domingo, 12 de junio de 2011

Danza en la Plaza 11/06/2011

"Trueno-cristales"  C: Martha Valdez. B: Candy Martínez, Leslie González, Cinthya Dueñas, Martha Valdez. M: Stockhausen


De esta pieza ya se ha comentado algo en una entrada anterior; sin embargo, la experiencia de verla en un teatro y después en la plaza, revela ciertos elementos que no había considerado antes. Primero que nada asumo que los créditos son correctos, ya que como mencioné en otra entrada, en Danza en la plaza no se dan programas de mano, los cuales resultan muy útiles, no solo para tener datos correctos en críticas, conversaciones, etc, sino también para que el espectador sepa algo más de lo que presencia. Llevarse un papel a casa con el nombre de Stockhausen impreso puede que afecte el pensamiento de alguno, o quizás no; lo interesante es generar la posibilidad. Y precisamente, pasar por una plaza y escuchar esos sonidos mientras cuatro cuerpos se desfiguran con ellos, nos ofrece una posibilidad interesante: quedarnos a ver que está pasando. Y lo que pasa es que sin iluminación ni recinto teatral, la pieza adquiere otra textura. El movimiento ataca más violentamente a la vista, no está difuminado por el ensueño de la caja teatral. Esta danza, sin "maquillaje", requiere de una interpretación mucho más intensa; el movimiento no miente; las tajadas y cortes que en el teatro perforaban el espacio, aquí se aprecian suaves y leves. Al estar "desnudo" en escena; el bailarín tiene que definir mucho mejor el movimiento; hacerlo contundente. Es como un cantante al que le quitan el micrófono y tiene que llenar un gran auditorio con su voz. Se requiere de un esfuerzo especial para lograrlo. Y al fin y al cabo, no es más que crear el puente o enlace con el espectador. La magia de la obra escénica radica precisamente en ello. Y por otro lado, sería una exquisita experiencia contar con material visual de estos eventos. Poder comparar la misma obra presentada en ámbitos distintos. 

2 comentarios:

  1. Bravo por la Me parece también relevante el hecho de que la propuesta surga del espectador y no de los propios bailarines, esto lo menciono ya que como espectadores se nos olvida que nostros tambíen formamos partes del que hacer danzístico y artístico. En este sentido cuando hablamos de dialogo entre artista y espectador debemos ser capaces de realizarlo no solo durante la presentación de la obra, sino de llevarlo al campo de la retoralimentación por medio de comentarios, criticas y reconocimientos, nutriendo la prespectiva del artista y del expectador en el camino.

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo en la propuesta sobre los programas de mano, asi nos evitamos escuchar TANTO a Wendy

    ResponderEliminar